lunes, 8 de noviembre de 2010

Imaginación Activa, búsqueda de sentido, sintáxis de gestos

Aviso: lo que sigue puede no tener ningún sentido.

Pasaron 23 años desde que pusieron a Carl Jung en el sepulcro, hasta que desenterraron su Libro Rojo de una caja olvidada de un banco. Jung, discípulo de Freud y padre de una corriente psicoanalítica "jungiana", escribió en sus últimos 16 años más dos sobre la tierra un libro harto inclasificable. Digo "más dos" porqué éste terminó el libro dos años antes de morir, y fue también accidental. Como cuenta: “El comienzo del fin llegó en 1928 cuando Wilhelm me envió el texto de La Flor de Oro, ese tratado de alquimia. El contenido del libro [Rojo] halló entonces el camino a la realidad. Ya no podía trabajar en ello".

¿Como puede un libro acabarse por haber "hallado el camino a la realidad"?

Descripción.

Rotes buch, Red Boock, Liber novus, El libro rojo de Carl Gustav Jung (1875-1961)

Dimensiones. 38.99 por 29.39 cm. 53 páginas de imágenes a pincel, 71 páginas de texto y 81 imágenes más texto caligráfico. Suma: 205 páginas.

Publicado. 2009. Y. De diciembre de 2010 al marzo de 2011 estará en Museum Rietberg de Suiza.


Valoración de su biografa. "Es posiblemente el trabajo inédito más influyente en la historia de la psicología". (wikipedia)

Valoración personal. "el experimento más importante y difícil de mi vida".

Método. Según su biógrafa, "hizo una norma de no permitir marchar a la figura o figuras con las que se encontró hasta que le hubieran dicho por qué se le habían aparecido".

Estructura: Cuatro libros. El primer libro, de título “El camino hacia lo venidero”. El segundo libro lleva por título “Las imágenes de la errancia”. EL tercero, "Escrutinios", dice, por ejemplo, “después de haber hablado muchas veces con mi yo usando tan duras palabras, me di cuenta de que empezaba a soportar estar solo conmigo mismo" o "Tu sensibilidad es tu particular forma de violencia". Cuarto libro,Consideraciones. Presenta una serie de imaginaciones activas junto a los intentos de Jung por hacerse con su significado.


Ejemplo de una página. Lindo, ¿no?

¿Porqué he descrito así el libro? No lo sé. Creo que porqué lo encuentro sentido, incluso antes de leerlo. Creo que sería un contrapeso místico a la Realidad. Pero, esta es una valoración más mítica que lógica, así que supongo que al intentar describirlo lo devuelvo a su condición de objeto concreto.

Es sólo un libro, sólo un objeto. Me va bien para añadir la reflexión, en y post, lectura de otro libro "Ensayo sobre la vida humana" de Monique Canto-Sperber: Hay bienes que en su orden y significación adquieren una categoria existencial. Estos meta-bienes, o a falta de mejor nombre, los llamaré bienes formales. Hay una relación entre el orden de los bienes y su distribución para que lleguen a ser metabienes en la búsqueda de significado de la vida individual. Este valor distinguible del bien formal tiene relación con su constitución misma y su inclusión en el principio de organicidad. Para incluirse como bien orgánico. Así es deudor de una formulación vinculante, entre la reflexión y la búsqueda también de unidad en la experiencia y experiencias de vida.
El meta-bien sería el producto natural de la reflexión que "elabora interiormente la experiencia" (según otro Carl: Jaspers), laborando sin aclararse el grado de conciencia del acto incluso, en dirección a una harmonización de los fines y significados de cada persona.

¿Porqué digo esto? Respuesta reaccionaria pars pro toto y cursilada crítico-filosófica: Porqué me molestan cual ciática' las pretensiones arbitristas de la psicología y la sobreusada noción de fetichismo de la mercancia y las barbas de los carpediemistas insubstanciales. Ah, y los falacistas totalitarios. (El término deriva de falacista, de falacia (y de facistas), y totalitarios, de falacia de totalidad.) Porqué ni hay sentido, ni no lo hay.

Y porqué he estado sospechando de la Sospecha con que se clasifica a los llamados filosofos de la Sospecha...Karl Marx, Sygmund Freud y Friedrich Nietzsche. Estos, sumariamente-y sin entrar en puntualizaciones, desarrollaron tres grandes lentes que cambiaron la forma de ver el mundo anterior. Se trata de (por orden) la lucha de clases y la dialéctica materialista, el inconsciente y el psicoanálisis, y la voluntad de vida y de poder de la vida como explicación de todo (..porqué Dios había muerto, y necesitaron nuevos mitos, entonces')!

En cierta manera, estos grandes maestros de la sospecha despejaron el horizonte de la tradicional manera de ver el mundo, pero no sólo por medio de una crítica "destructora" sino mediante la invención de un arte de interpretar. En su calidad de interpretar son, entonces, hermenéuticas. Incido en lo de interpretar, tomándolo de Paul Ricoeur, como maneras interpretativas. Que van de subjetivas a coyunturales y contingentes. Un entendimiento que ellos se encargaron de dar, y nosotros de recoger. ((Por eso los llamamos maestros. Ah! y supongo que también y sobretodo por falta de crítica cultural íntima..)

Pues una hermenéutica
, en los estudios de Paul Ricoeur ya no se adjudica "la tarea de d-e-l-e-t-r-e-a-r la conciencia del sentido" (las moralejas del cuento, el significado del pasado y presente, la claudicación sobre las naturalezas de las motivaciones individuales, la función en el sistema, etc) sino en "descifrar sus expresiones".
Y eso me parece mucho más real que entenderlo todo como en un teatro de representaciones lejanas o sin posibilidad de falsar los postulados de las lentes cuando reflexionamos.

Desarrollando la crítica con más lírica que épica. Sin haberlo pedido. Busco en la dimensión personal un indicio menos controvertible que un ideal, una moraleja o una explicación de los sueños. Si fuéramos quitando capas, máscaras, dudas..., un momento antes de llegar a la nada encontraríamos el gesto sin sentido. Lenguaje corporal o leve reflejo de los instintos y sus expresiones orgánicas. Quizás el principio de todo. Un gesto.

No puedo dudar de que existe ni tampoco que pueden tener un sentido o una adecuación o una manera de ser interpretado. Sus significados dependerían del discurso de construcción o destrucción. Quizás de su aura benjaminiana en el mundo. Pero eso ya es muy derivativo.

¿Qué sentido tiene interpretar? "Decimos la realidad significándola", que dijo Aristóteles. La Realidad es apropiarse del significado. Es apropiarse del espacio para que tus expresiones tengan más posibilidades, ¿sólo?. Es el dar-se la razón sin estar sólo.

¿Podría? El mundo es una guerra de yo-es. O es el gesto, pues las acciones también se han de pensar. Entre la intención y el capítulo del cuerpo del libro de la arena de hacerse viejo. Es un instante perdido por no Mirarlo. Es el daseïn que necesita una casa. La casa es el lenguaje, los lenguajes, sus expresiones, arbitrariedades, sus facticidades, sus límites creadores y destructores. El lenguaje no es uno, el uno es el cuerpo. El uno es voluntad de vida aprendiendo y desaprendiéndose a sí mismo y también los lenguajes del mundo. El mundo es una representación. El mundo es lo dado, el proyecto, el nacimiento y el entierro. Tenemos claro el grito. Gritamos. Nos quedamos en silencio. Buscamos en la vergüenza o la adecuación, buscamos la entereza o la absurdidad, el principio indivisible o la fragmentación de la lejanía. La absurdidad sintomática de vernos desde fuera, fuera de las sensaciones primitivas. En absurdas atalayas, sin gestos relevantes por ser demasiado inconexos con el hambre, con las hambres, que co(no)cemos.

O quedarse en casa o comunicarse/ El mundo son lenguajes. ¿Para qué, entonces? ¿Para fijar las imágenes psíquicas generales, como hizo Jung y tantos otros? ¿No hay una violencia en formular-lo a su manera? ¿Más cultura sobre las máscaras totémicas? ¿Dónde está la risa que todo lo purifica?

Quizá se salva el gesto. El conciso movimiento a priori no interpretable. Quizás no paramos de intentar acercarnos las lejanías. Las evidencias son posibilidades útiles. Y evitar que a nuestro lado desaparezcan o las olvidemos en nosotros. Una hipótesis_Perseguimos dejar de representar.

Las coordenadas requieren mirar mapas. Los mapas tienen razón porqué hemos aprendido a seguir sus caminos. Los caminos de las razones son también caminos de sensaciones. Las sensaciones tienen tres sujetos: yo, ellos, nadie. Las sensaciones son también caminos de sentimientos y experiencias, haciéndose o volviendo. Una sensación o una imagen puede ser el orden particular de la lucha por encontrar su belleza o fealdad. No hay dios, no hay matemáticas, no hay lógica, sólo intereses y lenguajes, sólo casas y conflictos, yo y otros, otros en mi y dejar de pensar. Son direcciones. Los otros y el nacimiento. Códigos, lenguajes, espacios. Geografías, estéticas. Desenfoque, nihilismo. Sectarismo, miopía del medio. Pues no hay una teoria general de la significación, no la puede haber pues no hay una expresión igual en uno que en otro. En su visión, también los lenguajes pueden ser la voz de los muertos. Así que són las palabras. Antes de las sensaciones. También fantasmas. Y las palabras llevan toda la culpa. Los mapas son culpables. Los mapas de cuento también. El mapa de los sentimientos no es infalible, el de la razón es monstruoso. El mapa no es un mapa eres tu usando el mapa y quedándote sin cualidades. ...

Recobrar el lenguaje, o que pague peaje, o la revolución del lenguaje de "Laot-zé".

Se ´dice que Diderot luchó contra la arbitrariedad feudal haciendo el diccionario, los surrealista y dadaístas y situacionistas lucharon contra el diccionario para reemprender los lenguajes que eran las llaves de su libertad. O sentido. O autonomía. O experiencia. O pasado. O irreducible individualidad. O su soledad. O su grito. Pero luchaban. Era un gesto. Y lo siguen haciendo cuando pueden. La mayoría de las veces no les escucha nadie pero tampoco saben qué importa que lo hagan, "su soledad podria no ser la de ningún otro, en este tiempo, en este mapa". No hay razón de sobra para entender el hombre, el horizonte, .. Aristóteles dijo: "Cuando más solitario me vuelvo, más me gustan las historias, los mitos".

¿Que queda? Nos queda pasar de la primera impresión. Tomar aire y el gesto para, sí queremos, intentar comprender otras cosas. Y nos queda la no-falsabilidad de "reflexionar" (olas captadas un instante en un mar de tsunamis culturales). Porque también la reflexión es:
"...la apropiación de nuestro esfuerzo por existir y de nuestro deseo de ser, a través de las obras que atestiguan este esfuerzo y ese deseo"
(Paul Ricoeur, 1965,41)

A veces,,, Tanta reflexión para acercarnos críticamente a la realidad 'que.. pa qué'! Sabemos que nos repetimos, que repetimos caídas y pensamientos y enfados y tristezas y esfuerzos y ilusiones y que nuestro lenguaje no nos ayuda a pasar página, a avanzar, y que aunque lo hiciéramos o lo hagamos, las situaciones se repiten y se hacen y deshacen inadvertidamente quitándonos todo lo que, por ejemplo, creímos haber aprendido a mirar. Que alguien tire de la manta! Aceptar que vivir y pensar es crítico nos lleva a buscar mejores maneras de plasmar ese vivir y ese esfuerzo, digo por ejemplo, la suerte?

Dice Ricoeur que la reflexión se ha hecho crítica en tanto que es "reflexión sobre las condiciones de un saber, por un lado y, por otro, sobre los límites de las pretensiones que tiene este saber de agotar su objeto". (1980, 41)

Jung hizo texto y hizo imágenes y reflexión en torno a ellas como si se tratasen de organismos en una placa de petri. bien por él. Pero pienso que aunque que el movimiento hacia las imágenes es plausible y plausible en su dedicación y resonancia, de creación destructora y destrucción creadora, quizás lo único que Jung buscó fue encontrar o elaborar las condiciones formales para su meta-bien (o bien formal). Un objeto donde concentró su esfuerzo por esforzarse, con sus lenguaje y lentes. No quiero pensar que fueron demasiado personales. Seguramente el libro tiene un gran valor artístico, no?

Carl Jung, como los maestros de la sospecha reinstituyó su subjetividad con los lenguajes del mundo. Y no es tan trágico que hayan tardado 23 años en publicar su libro. Jung no hizo revoluciones sociales, no violentó la manera de explicar las pasiones de los hombres de salón, no martilleó cuanto viejo ídolo e idea moderna encontró en su pasado e hizo de su vida protesta y exaltación a la vez contradicha con su filosofía. O sí. No sé. Son formas de ponerlo. Hizo un libro, lo llenó de pensamientos y de dibujos y los coloreó. Le dio un cáliz estético a sus entrañas. Esa fué su formalidad. 'Tanto monta, monta tanto' -perdón.

Digo que quizás, fue la escena final de su búsqueda existencial. Y es una exclamación, pues su nombre es la justa medida para hacer callar a un freudiano. Y es relevante que conquistada la palabra en los libros de la naturaleza "de la reflexión" de la psique (su propio capítulo en la historia oficial del sentido, a la pregunta "qué es el animal humano"); Jung acabó haciendo un trabajo que destellea por su intimidad. Sí, hace días que persigo esta hipótesis, pues, que prerogar el significado es conquistar la realidad. En este caso, encuentro significativo' que el psicólogo considere su trabajo más sentido' y fuerte, un libro que es más un dietario personal. Pues me trae a la paradoja que porqué teniendo tanto turno de palabra en el mundo académico y general, este sabio de lo incógnito, no mostrase más ambición que hacer una obra que en su formato y pretensión se me antoja subjetiva y particular. O vaya, quizá estoy sobre_pensando la misma idea, con un formato distinto.

Y yo digo que es notorio que Jung pensase que había agotado su objeto. Pero al menos "lo hizo" a su manera (como Sinatra-je-). Creyó en la intensidad de su vida tanto que incluso agotó la fe de su intento hacia universales de interpretación psicológica.
Me explico: exploró durante 16 años sus imágenes, y un buen día, se encontró su amigo Wilhelm ¿Reich?, (y su amiga alteridad). Y me aventuro a decir que la certeza de un otro, con una otra imaginación, con otras posibilidades de descubrir unas interpretaciones les produjo bochorno de haber creído durante 16 años que una sola persona puede mirarse el ombligo y un buen día levantarse para decir "he encontrado la ciudad de oro maya en la selva de la ciencia de interpretar lo que debe ser". Y quizás lo encontró. Digo, "encontró su falacia del todo", por decir unidad, sentido o esfuerzo y queriendo decir, encontró la manera de hacer un camino a las razones de su particularidad, de su organicidad conciente, o al menos los 'símbolos de ella. Y lo digo con la sorna de haber leído aquí y allí que Jung creía tener un sexto sentido. Precisamente en su infancia anotaría ya su familia fenómenos paranormales. No hay juicio moral. Pero hay que reconocer que dejar la puerta abierta de la realidad plausible a la presunción de estos fantasmas y demás es quitar mucha autonomía al ser razonante- el animal humano- en la búsqueda de sentido al mundo y en el descubrimiento de la verdad y los caminos de llegar a ella.

Mi conclusión, entonces, es que hay que pensar menos en verdades y más en formas, espacios, tiempos, y distribuciones formales. Hay, quizás, que buscar en la forma (o en la ausencia de ella como en la enumeración de pensamientos del Tractatus de Wittgenstein) que también dice teatro y dice abarcar el sentido común que hay en, las sintáxis de una vida y de los otros lenguajes. Porqué cómo también decía Wittgenstein en alguna parte la finalidad de una vida es el sentido estético de la misma. Y sin poder dejar de criticar también las estéticas, como conocedores la reflexión crítica del mundo de las apariencias.

Crítico, Es decir?, criticar sabiendo que somos críticos, que el formato es crítico, que la búsqueda es crítica, que la necesidad de desvelar el sentimiento es crítico, que el significado del tiempo es crítico, que los olvidos en un instante son críticos para el instante que ve y siente, que el espacio constructivo es crítico por el sentido común, que la historia es crítica y entonces la única verdad es que estamos hablando y que el significado es crítico cuanto más se acerca a la inequivocidad, pero más crítico es hacerlo sin la sapiencia de la plurivocidad de significado, que quizás hay un orden, pero no se puede ir de espaldas ni esperando ser recompensado por un pasado que nadie más ha vivido, que el lenguaje es crítico sin que por ello debamos caer en la histeria ni en el nihilismo ni en la misantropía sectaria.

Por eso, hasta que alguien me convenza de que eso de Jung (poltergeist y demás) tiene fundamento voy a seguir pensando en el gesto. Y en que irreducible individualidad y arbitrariedad son baluartes de la manera de justificar el mundo. Y que un gesto no cuesta nada. Y acompañan el gesto entonces no el verbo sino una o dos preposiciones, en y hacia. O quizás también: a, ante, bajo, con, contra, de, desde, durante, entre, hasta, mediante, para, por, pro, según, sin, sobre, tras, vía...

Hasta aquí he llegado hoy. Pero déjenme, darle otro pliego a la Realidad "sospechosa". Esta vez usando el vocabulario del teatro. Del teatro de Antonin Artaud en "El teatro y su doble".

(a lo Nietzsche)
Tenemos sobre todo necesidad de vivir y de creer en lo que nos hace vivir, y que algo nos hace vivir; y lo que brota de nuestro propio interior misterioso no debe aparecernos siempre como preocupación groseramente digestiva.

Hay que insistir en esta idea de la cultura en acción y que llega a ser en nosotros como un nuevo órgano, una especie de segundo aliento; y la civilización es la cultura aplicada que rige nuestros actos más sutiles, es espíritu presente en las cosas, y sólo artificialmente podemos separar la civilización de la cultura y emplear dos palabras para designar una única e idéntica acción.

(a lo Marx)
(Porqué) Juzgamos (...) un hombre civilizado (..) es un monstruo que en vez de identificar actos con pensamiento ha desarrollado hasta lo absurdo esa facultad nuestra de inferir pensamientos de actos.

(a lo Freud)
El viejo totemismo de los animales, de las piedras, de los objetos cargados de electricidad, de los ropajes impregnados de esencias bestiales, brevemente, todo cuanto sirve para captar, dirigir y derivar fuerzas es para nosotros cosa muerta, de la que no sacamos más que un provecho artístico y estático...


Artaud, haciendo el símil de la peste con el teatro (porqué es contagioso y nos hace repensar el símbolo de nuestra normalidad), añade:

(Como la peste) el teatro, rehace la cadena entre lo que es y lo que no es, entre la virtualidad de lo posible y la que ya existe en la naturaleza materializada. (..) El teatro nos restituye todos los conflictos que duermen en nosotros, con todos sus poderes, y de esos poderes-nombres que saludamos cono símbolos, y he aquí que ante nosotros se desarrolla una batalla de símbolos, lanzados unos contra otros en una lucha impossible; (...) (Como el teatro) la peste toma imágenes dormidas, un desorden latente y los aviva de pronto transformándolos en los gestos más extremos; y el teatro toma también gestos y los lleva a su paroxismo.


Y los paroxismos nos hacen pensar fuera del cuadro. En fin, cierro artículo, con recogido fragmento del Parque Humano de Peter Sloterdjick, en el que espero se haga la analogía del lujo con la capacidad representativa/ y la condena animal sólo como una incapacidad de reírse de la metáfora de un hombre que en su fuero interno ya no puede dar su propio significado a lo vivido/ y "la apertura del mundo", como quien abre un melón y se dá cuenta que ya no lo puede vender:

Somos animales de lujo. Porque no podemos seguir siendo animales. Estamos condenados a la fuga hacia delante; y en esa carrera nos volvemos extáticos. Ese éxtasis corresponde a lo que Heidegger llamaba "la apertura del mundo".


Y en todo caso, la moraleja de todo el artículo es que hay que evitar llegar a viejo no pudiendo no hablar al final de fenómenos paranormales que explicarían el mundo. Cómo, inclasificablemente hizo Jung, vean:



la intuición es quizá sólo una demanda de espacio para hablar a los muertos

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