martes, 22 de junio de 2010

reflexión Teatro de escaparate


Daniel Fermani es un consagrado hombre de teatro. Y tiene la visión de que el teatro debe ser pensado y no solo actuado. Encontré sus reflexiones en la revista La Voragine, #26 Mayo 2010, y quiero compartir un esquema de sus pensamientos en ella. Destinado solo, a quien pueda interesar.

Un postulado.
Es innegable el proceso de metamorfosis permanente, de evolución y de generación de energía que caracterizan al arte y a su aprendizaje.

Una crítica contemporánea.

El arte como producto de una vida dedicada al estudio, la investigación, la experimentación y la contemplación, ha pasado a ser un mito del pasado lejano tan inalcanzable como obsoleto, tan frágil como la inmortalidad de Aquiles.

Una declaración de intenciones.

Los que nos dedicamos al arte tenemos la misión de resistir y devolverle su propiedad de consecuencia de una maduración y una búsqueda intelectual y espiritual que lleva no menos del término de una vida para mostrar sus frutos.

Una declaración de metodología.

Tenemos que plantearnos hasta qué punto podemos ser artistas sin las herramientas intelectuales que nos lleven a la maduración de conceptos y a la síntesis de conocimientos que nos permitan crear arte.

La discusión.
Discernir hasta qué punto el arte puede nacer de una cultura rápida y ocasional, como es la que proporcionan los populares “talleres” de todas las disciplinas.

Una crítica reflexiva.
Pero muy diferente es el caso de los aspirantes a artistas, que muy a menudo hipnotizados por este juego de espejos de los talleres, olvidan por completo la necesidad de un estudio sistemático y de una investigación permanente en una misma línea para asegurarse una plataforma cultural que les permita una profunda especialización o un camino hacia la creación.

Un conclusión.

La influencia de la sociedad consumista y materialista no permite a nadie escapar de sus cánones de superficialidad y generación espontánea. No casualmente vemos por la televisión que todo personaje de moda, sea hombre, mujer, travestí, transexual, etc., es denominado inmediatamente “artista” a su segunda aparición ante las cámaras.
El arte es otra cosa. Está íntimamente vinculado con la filosofía, porque se genera en el pensamiento antes que en otro lugar, y en el enriquecimiento de ese pensamiento a través de una reflexión que en ambos casos lleva a la búsqueda y conocimiento de sí mismo para explicar la existencia y la sociedad. En ambas disciplinas se lucha contra la muerte: en la Filosofía a través de una estructura lógica del pensamiento y sus intuiciones; en el arte a través de manifestaciones creativas que tienden a perdurar más que sus mismos artífices.

-FIN DEL ESQUEMA- Obviando que seleccionar es ya interpretar, no quiero sacar conclusiones, creo que quizás sería demasiado teorizar, preferiría encontrar el espacio común donde poder hacer como dice Fermaní "filosofía".

Y, last but not least, otro texto de Daniel Fermaní que encontré en el blog Salto al vacío. Sinopsis, se pregunta si en la sociedad informacional el teatro debería no existir, si supone un tormento obligar a personas en sus butacas a ver a otras personas de carne y hueso en el escenario. ¿existe un modo de adecuar el teatro a este mundo y a esta época, o seguiremos insistiendo en un arte que parece perimido en esta estructura socio-político-económico-cultural?
Artículo completo "El teatro y la repugnancia".

Saludos!

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