lunes, 30 de agosto de 2010

Ideología post-vacacional

De una entrevista al comprometido y pensador y mejor persona, Santiago Alba Rico.

Vivimos en una sociedad caracterizada por la renovación acelerada de las mercancías en la que las cosas mismas, bajo la forma mercancía y sometidas a la presión terrible de la renovación permanente, acaban por convertirse ellas mismas en imágenes. Y las imágenes, como objetos temporales que son, cada uno de cuyos momentos está destinado a desvanecerse, son soportes ontológicos muy débiles. De manera que una sociedad dominada por la mercancía y por la forma mercancía es una sociedad que no puede mirar las cosas sin despojarlas al mismo tiempo de existencia. Por eso yo hablo de nihilismo, y esto sin duda queda más claro si pensamos en la invasión de Iraq. Justo antes del comienzo de los bombardeos salí yo de Bagdad, una ciudad hermosa, una ciudad digna, una ciudad poblada de gente que nos trataba con exquisita cortesía, de gente que, aún sabiendo que pocas horas más tarde iba a ser víctima de una invasión, se mostraba en todo momento serena, digna, cortés (me gusta llamar la atención sobre esta cortesía). Cuando salía de Iraq, en dirección contraria a los aviones que iban a bombardearla, comenzaron los bombardeos y cuando llegué a Amman por la mañana, lo primero que vi en el pequeño hotel donde nos alojábamos fue una televisión encendida en la que aparecía la misma ciudad que acabábamos de dejar, expuesta ahora a las bombas de los aviones estadounidenses. Los aviones parecían estar iluminando Bagdad, en un mundo de cartones, de edificios simulados, en un escenario muerto, sin vida..
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Hoy está sobresemantizado en virtud de eso que yo llamaba –en un artículo que escribí hace poco para vosotros- la pansemia, una suerte de epidemia de sobresemantización mediante la cual, en lugar de comunicar, las palabras contagian una especie de vacío. // abandonado, no vale con deslegitimar o deconstruir el capitalismo; es imperativo contar con algo más.
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A partir del 11-S esa vertiente subjetiva e incluso estética de cómo se configura la recepción de los objetos y los discursos a través de los cuales se construye y legitima el capitalismo me interesa especialmente.
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A la izquierda hay que pedirle información, pero también análisis y armas de intervención de mucha calidad –también lingüística- que exploren otras vías.
Claro que los intelectuales tendrán que hacer también una contribución; la contribución del intelectual será algo así como la del psicoanalista que escucha y localiza las grietas, los lapsos o vacíos del discurso colectivo que se está haciendo.
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Hasta tal punto sucede que el orden de sucesión de los acontecimientos replica la sucesión ininterrumpida de las mercancías que cada vez se hace más difícil pensar.
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Siempre se piensa con retraso, y aquí ahora hay que pensar en tiempo real. Quizás en tiempo real se pueda responder en términos de militancia, en términos políticos, a las agresiones e interpelaciones del enemigo, pero es muy difícil pensar en estas condiciones.
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Personalmente, cada vez que vuelvo de Cuba tengo la sensación de pasar de un país rico a un país pobre, y el país pobre es España. Y en Venezuela creo que la izquierda puede fijarse con entera libertad, sin sentimiento de culpa –aunque no debería tenerlo tampoco con Cuba.
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¿por qué en nuestra memoria está asentada la imagen del incorruptible y comprometido? Bueno, porque esa ilusión presta muchos y muy buenos servisios ideológicos a una forma de gobierno cuya legitimidad se basa en la falacia de la libertad de expresión y de pensamiento.
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Cuando uno lee el libro de la joven investigadora Stonor Saunders sobre la guerra fría cultural, uno se da cuenta muy bien de hasta qué punto gran parte de la legitimidad política del capitalismo se basa en inducir permanentemente la ilusión de la libertad de expresión y pensamiento. Por eso conviene hacer creer que los que se venden o claudican son independientes. No me gusta el término intelectual. Cuando me obligan a presentarme, busco siempre otra manera, casi prefiero calificarme de agitador político-literario: es más exacto porque es más modesto y es más modesto porque es más exacto.
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¿Cómo se ve desde el centro la cuestión nacional?
Es necesario un ejercicio de casuística, eso tan propio del lenguaje político que es hacer distinciones. Nacionalismo no significa nada si no se concreta en el proyecto político que vehicula. Con el nacionalismo sucede como con otros términos sobresemantizados, como es el caso de paz o democracia.
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Pero si podemos viajar es porque tenemos un territorio al que volver. Nos parece que se puede prescindir de eso y reivindicamos el flotamiento por encima de los territorios, de las tradiciones... pero en realidad porque damos por supuesto las nuestras.
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Que no confundan su enfrentamiento con el Estado y con el imperialismo como un enfrentamiento de tradiciones, de razas, de culturas esencialistas.
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Como decía Terry Eagleton, sólo hay una cosa en este mundo peor que tener una identidad, y es no tener ninguna. Para poder luchar, para poder dejar atrás la identidad, primero hay que forjarse una. Y comenzar por el territorio. Precisamente porque tenemos que enfrentarnos a un nacionalismo universalista que invoca permanentemente la transversalidad, la flotación por encima de las fronteras... lo primero que tenemos que reivindicar es la necesidad de luchar a partir de un territorio.
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Pero pienso que la izquierda occidental, si quiere jugar un papel en la lucha anti-imperialista global y si quiere desmontar esa falsa construcción del choque de civilizaciones, debe mantener una posición realmente internacionalista y estrechar relaciones con todos los otros agentes anti-imperialistas del mundo, y aquí incluyo a Hizbullah en el Líbano o a la resistencia iraquí. Se corre el riesgo de que la izquierda occidental permanezca anclada en una tradición discursiva que ya no introduce ningún efecto en el mundo, y de que la izquierda de otras partes del mundo le vuelva las espaldas.


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Sé que no descubro nada nuevo. Y que en la selección de fragmentos siempre habrá una interpretación del original. Nada, si lo quieren leer, tomen media hora!, al principio de la entrada está el link.

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