viernes, 27 de mayo de 2011

Sentado pasa la vida.

Autobombo. letanía ni eso.

Si te han pegado.

Si han pisoteado tus pancartas, tu tienda, etc.. recuerda.

Si has hablado demasiado, que dioh te tenga en su gracia.

Si pese al mundo tienes ganas de hacer el tonto, ¿a quien le importan nuestros problemas?

Pero si has dejado de creer en la libertad y en tus compañeros, un poco es normal pero igualmente, no nos dés la lata.

Y ahora, un poema, clar i català,

::::::::::::Título: NO ho sé, Ni conec els/les autor@s:::::::::.......

La sento bategar dins mon pit,..
tenir-hi fè de goig m'inunda,..
creix mon deler i sóc enriquit!

Amb tota l'ànima l'estimo
doncs dels seus fruïts res no escatimo.

Pobre com sóc mal sigui sol!
Així la guanyi i la venero.
Així la vull, no pas de franc.
Així la mimo, així l'espero,
feta d'anhels i de mà sang*.

Que si de cop la tirania
s'ensorrés tota amb els tirans
ben poc el món hi guanyaria
si tots no fòssim més humans.

I prompte, prompte tornaria
a dominar la cafreria,
amb igual furia o més que abans!
I costarà, costarà encara
si es vol sense gaire esforç.

..Fins que l'ensenyi tota mare
com el més bell dels grans tresors.
La Llibertat tot ens ho dóna,
més també tot ens ho exigeix.

Malaurat, ella ni es mereix
qui abans no arribi a ser persona
i ser persona és ser lleial,
tenir bon cor i a més decencia;
tractar a l'humil com a un igual
i sembrar amor i intel·ligència.


*(este concepto no me quedó claro, puede que dijera algo parecido sólo)
*(la puesta en escena gana al bit plano, aviso.)

Y para quien no quiera empantanarse con demasiada realidad: más pedagogía: de empates.



Aun estamos en tragedia por farsa.

miércoles, 25 de mayo de 2011

Los dientes del decir.

Hablar
de la imaginación
es decir del placer.
Volver a decir del placer y
el poder de decir del placer. Su posibilidad que estará en perpetua posibilidad...

Es Narciso andando por gusto de encontrarse en el espejo diciendo lo que existe. Es la cultura dialéctica, por decirlo oldschool, donde lo real es únicamente lo relacional. Y hay el espejo de la sociedad, que.. está somatizada, porqué faltan discursos constructivos e inclusivos. Y por eso solo hablo de gusto, me gusta, porque eso llega lejos.

Zizek en ¿Quieres reír por mí, por favor?), habla de la mirada del “Gran Otro” de los medias. “En el arreglo interpasivo, yo soy pasivo a través del Otro; yo accedo al Otro el aspecto pasivo (de gozar), ya que puedo permanecer activamente comprometido, yo puedo trabajar más horas con menos necesidad por las actividades “improductivas”, como el ocio o el duelo”

Pero el ocio o el duelo se quedan ahí. Seguirán siendo ciertas las palabras de Roal Dahl sino subvertimos la relación con el Gran Otro. Indignación o desesperación, será lo mismo mientras no participemos en algo..: “La democracia no implica por tanto una elevada participación de los individuos… la democracia implica que los pobres y los que no están educados se excluyan por sí mismas a causa de su pasividad”

Por eso, somos la relación que desvela que nos atrapan las palabras. Me gusta esto, quiero vivir dignamente, no me gusta que me mientan. Que todo és un decir que hace la cultura, esa segunda o tercera piel.. sin la cual, el decir carece de profundidad, de esa profundidad que es la piel versus la pantalla. Que son vagos nuestros eslóganes, y cuantas pantallas encontraremos.. Pero siempre tendremos el sentimiento, ¿no?

Y en estas batallas del decir. Bergson decía que 'El imaginario es contrapeso a la inteligencia'. Y el imaginario sostiene la realidad, su posibilidad. Readmitiendo debajo de lo real la posibilidad (que nunca es un dato, eso solo podria serlo la ciencia dura y ni eso). Es ese decir, por ejemplo, por el cual no podremos decir que somos mejores personas por tomar la plaza hasta que haya algo fuera. O podemos repetir que son malos quien nos ha llevado ahí. O podemos lanzar una orden de solidaridad y preguntas. O podemos ser las preguntas.. o la fiesta sana.. o el malestar de la cultura que crea otra cultura..

Sigue Lluis Duch que el imaginario sirve al deseo, así Freud, Jung, Eliade, Durand, concordaron la importancia de las imágenes y del imaginario para la salud física, psíquica, espiritual, en concreto, y de los grupos sociales. Y me comentó sin palabras que mis vecinos-compañeros entienden más la lucha de grupos que la lucha de clases. Grupos sociales que si quedan, tienen ese matiz de gusto, de tribu, de comunidad apolítica. Y pienso que como “no nos representan”, los perfiles socio-económicos, ese suelo que nos determina (que nos enseñó Marx) se confunde con la plaza pública. Plaza por toda representación, quizás, y eso significa también “uso de la plaza” y pensando en el ágora griega (el mitema más general del 'medio' de la plaza tomada), donde digo plaza digo palabra.

Y por palabra-plaza, abriendo la conversación me apunto lo de G.H.Mead: “la comunicación constituye el verdadero proceso organizador de la sociedad”.

Así que cambiamos la palabra. Si llegamos ahí, ¿Qué?. Ya que en el siglo XVIII, Església y Estado liberal se disputaron la posesión de la violencia simbólica. En la plaza, se abre un pulso con ver qué es el suelo público. Y de paso ver quien entiende mejor el sistema, pero eso hace perder a las personas. Y lo digo con inevitable sentido común, pues, por ejempo, el manifiesto aceptado en plaza Cataluña me dijo una antropóloga que parecería punky en mi ciudad (expropiación!, ya).

Volvamos al decir sintético y a ver donde lo podemos llevar. Que las plazas se han reunido con el sentido común contra las estafas bancarias y contra la incapacidad de la política oficial. Y digo sentido común como convivencia de cada uno que se acerca con su historia y experiencias, y también su actitud y ilusiones que se han hecho con imaginación y sobretodo el placer de decir que imaginamos (que creemos posible) otro funcionamiento, otra política-sociedad-dinero hacia algo...

Pero, en general, no tenemos expertos, y las asambleas no pueden llegar a entender porqué el Estado sí puede endeudarse, porqué la alternativa exige estudio y nuestras histórias son las de todo el mundo qué quiera escucharlas.

A ver, será verdad que hemos perdido el miedo. Pero así, hemos perdido el miedo a reunirnos con anónimos. Y los anónimos son aquellos ciudadanos, generalizando, que antes se hablaban según siglas políticas, quizás por ser el símbolo más a mano de discusión. Y ahora, que hay quien dice que somos acéfalos, y Hessel dice que hace falta líderes visibles, y que estamos en un pulso con la realidad (esa posibilidad del hecho que se hace oficial cuando sale en el periódico y ahí estar dispuesta a volver para investir de lo que y como hablamos nuestras cotidianidades); también, y por fin, tenemos brazos para hacer.

Y digo esto, pensando en Richard Sennet y esa Corrosión del carácter mayoritaria en las oficinas que sin embargo no existía en los talleres de los artesanos. Digo esto por decir, intendencia, y porqué reflexiono que por mucho que reflexionemos sobre los contenidos estamos llenando el mal de la sociedad (sus efectos que son los que nos hacen ir a conclusiones, entonces) con cosas.. Bueno, yo con una caverna online. Y en ese estado de impotencia de nuestro día a día, (por obra y arte de la cultura en general; diria engendro-general..) con algo bonito. Un huerto, un diario de acampada, un estado de ánimo combativo y de debate que sirve de cura (y sinó no existiria) de algo anterior. Personalmente lo tengo claro, lo mío, colectivamente; pero, en la suma, creo que eso lastra ir a cosas. ¿Y tu para qué sirves? - nos dicen quien nos mira.

Mi reflexión es que ese ir a cosas es ir a cosas “de decir”. De: mostrar, debatir, solicitar, exigir, explicar, demostrar. Del terreno común. Que es también decir. Del terreno que se da forma. Y esa forma nos acoraza de decires. Esa forma es también secuencia. Esa secuencia es organicidad, es razón como camino de sensaciones. (Y yo ya veo a Zaratrusta salir de ahí...)

Ese tropos ha de producir más personas. Los de dentro. Ese tropos debe invitar. A los que crean. En el acto de fe hay la fe del acto. Y si pintamos acantilados es porque vamos a saltarlos.

Ese tropos ha de coger voces y darles confianza o miedo. Los de fuera. En el saber hay el sentimiento. Y la confianza instituye puentes de comunicación. ¿Ves qué cosas? Debates, huertos, cenas, talleres, canciones de protesta, masajes, críticas, pancartas, cartas al ayuntamiento y nuevas relaciones.

La confianza da miedo, porque no conocemos la persona, ¿y si nos convencen con malas artes? Tomemos las malas artes, invitemos al amor, a la convivencia crítica que implica dialogar; no diremos 'qué' hasta que hayamos hablado todo. Hasta que lleguemos a esa sensación de no poder con más (otra vez) y nos pongamos a hacer gestos (entonces sí irá con indignación in crescendo). Vayamos haciendo acciones que nos hagan decidir: que estamos en el laberinto (económico, social, político, internacional, de los supermercados, de los medios adozenados, del silencio organizativo, de la persecución de los tiburones de ellos...). Creo que aun falta, en mi plaza, descubrir los enemigos. Pero también tenemos eso, 'no nos representan'. Y, quizás, 'no es el arte la luz que nos ciega los ojos', pues siempre tendremos compañeros de camino.

O salimos 'por arriba' del laberinto. O cuidamos la comunidad en adelante. Pues los perros viejos ya saben lo que hay que hacer, que hay que hacer lo de siempre, contactar con los de siempre, buscar lo de siempre, porque no están dispuestos a negociar tanto (que ya lo estan mucho) y saben esperar posibilidades innovadoras. Y digo yo, ahora sí, el peor enemigo soy yo mismo.

Por mi mismo, más que el decir, soy. Ya soy algo, ya tenia decido los cambios. Me contento con ser atractor de la palabra simbólica. Por ahora, no acabo de decir porqué escribí que:

Sin la imaginación habría solo memoria, exacta y insufriblemente subjetiva y condenatoria. Sin la imaginación no habría comunicación, y si no hubiese sentido común tampoco habría comunicación. Sin la imaginación no habría comunicación, y sin imaginación no habría individuos deseantes. Y como sin comunicación no sabríamos del sentido común, y la comunicación da estatuto a las cosas, entonces creo que la imaginación se ha de encontrar en otro lugar que no es el lugar del sentido común.

Y en estas relación de sentido común y imaginación, siempre la segunda lucha contra algo. Pues bien, tomemos esa lucha para nosotros y también para la primera. Por ejemplo: Escribamos, sin sentido común no hay revolución.

Si la imaginación es para algún modelo investir el deseo en, funciona como adaptación, como negociación dinámica, como medida de la posibilidad de que el deseo exista. Y que el deseo exista no es vano sino una cuestión de la existencia de la sociedad misma, del otro mismo, de los otros, de nosotros. Podríamos decir, por ejemplo, pues aquellos y yo que pensábamos que guardarse de los sueños de los otros, tanto, al menos, como creíamos que teníamos que guardarnos de los nuestros cuando creíamos que eran solo un decir sin posibilidad.

Soñad, soñad que es felicidad, que es virtud, que es libertad atenta y lucha y sentimiento en busca de la comunidad y de la felicidad en la comunidad. Y. Pero no me cuenten historias que no me dejan participar.

Somos y hemos sido un nuevo decir. Todo es santo hasta llegar ahí. Que puede ser cualquier parte, íntimo, intra y supra relacional, micro o macro grupos: vamos a darles envidia. No hay palabras que no nos representen. Estamos ya en el sentimiento, ¿vale? “La palabra mata pero el espíritu da vida” que escribió William Blake. Y Cumming decía que “el hombre es mitad el mismo y mitad sus expresiones”. Y eso solo puede ser un futuro que compartimos, que por artes de representación, en ahora, es sueño. Recordémoslo y “digamos”: Esto Siempre Ha Sido Muy Real, siempre ha habido la necesidad!

Soñemos porqué es mucho peor no admitirlo. Y es mucho peor soñar solo. Y sobretodo que nos dejen soñar... que nos pinten ilusiones, sonrisas fraternales. Ya sabíamos que era imposible, pero, ¿cual es la medida de tu dignidad?
“Seria conveniente no olvidar que la patologización de lo humano, tanto a nivel individual como colectivo, acostumbra a producirse siempre que tiene lugar la interrupción más o menos abrupta de la comunicabilidad: entonces, la relacionalidad como forma genuina de presencia del ser humano en el mundo se echa a perder quedando recluido en los estrechos límites de un 'yo inexpresivo e inexpresado'” Duch, Estaciones del laberinto, p.95

El signo es también el hombre que produce y relaciona y pervierte los signos finalmente en él. Aunque no puedo ser el signo de la sociedad ni de la feria, soy mi signo. Y el signo es el esbozo de algo, sin duda. Su medio oscurece el juego de la presencia/ausencia. Soy el algo que saber que hacer y decir es diferente, de ahí la autenticidad que me prescribo. Y sí, en esas cosas que miran diciendo después, bien y mal, bien les responderé que “’Tis better to be vile than vile esteem’d"..

El hombre es possible, decía Barthes que desmitologizó el mitologogizar, y eso es a la vez terrible y bello. Y ahora me gustaría decir que voy a hablar mal. Pero yo no tengo fuerza de no vivir el presente que es más digno. Digno y con gusto, que quiero compartir.

(ennandau p.9) Una bella forma cautiva nuestra atención, disfraza lo esencial y nos hace gozar, en la seguridad de la sala, de los horrores que trastornan la escena. La osci-lación entre el yo y el no-yo, la duplicidad de lo mismo y lo otro que produce el placer del espectador, repite otro desdoblamiento, tanto del autor como del drama-turgo, y en definitiva el del propio sujeto, capaz de pertenecer a la vez al espacio donde está y al del objeto que contempla, de disfrutar aquí de lo que le repugna allá.

Hablemos de qué se debe representar. Ya sé que lo hacemos, pero hagámoslo positivamente. Porque temo que nos convirtamos, nuestro sentido, en el juguete de los espectadores. Evitemos la opinión pública de los expertos en que nada cambie.

Y os recuerdo que pido dignidad a los medios. Pues ya leí a Rousseau que condenaba: “Un comediante en el escenario, exponiendo sentimientos que no son los suyos, dicien-do sólo lo que se le hace decir, representando a menudo a un ser quimérico, se ano-nada, por así decirlo, se anula con su héroe, y en este olvido del hombre, si acaso queda algo de él, sólo sirve como juguete de los espectadores”. La corrupción del teatro es la corrupción misma de la representación. (Ennandau) Y el teatro político ha de servir a las personas. Y si no estamos en un proyecto en favor de lo común ¿para qué tanta sociedad bienpensante?

Así que: seamos superbarrio (con nuestras pesadillas) o seamos mohttp://www.blogger.com/img/blank.gifnstruos (chttp://www.blogger.com/img/blank.gifon sus sueños).

..
Oh, las fuerzas.. ¿Estamos limpios ya?

(link)

-

Segundo ensayo. Voy reescribiendo. Porque esto es crítico y íntimo.

domingo, 22 de mayo de 2011

Ilusiones ópticas oídas a terceros que me tocan.

Hay un ojo un poco azorado; se habla a sí mismo, lanza carcajadas”;2 en síntesis, estaría loco, si no trabajara, si no lo ensayara todo, es decir, cualquier cosa, a fin de ausentarse de sí mismo para encontrar algo. Pero no toda idea súbita es necesariamente buena. La sangre fría consiste en no embriagarse, en atrapar en medio del desorden la antorcha capaz de iluminar ese modelo ideal, ni percibido ni concebido, silueta imaginaria cuyo cuerpo toma ya el color de la carne.
(Corinne Enaudeau – La paradoja de la representación. p.5)

¿Es la sociedad posible?
- Vamos a hablarlo.

La conversación es un efecto provisional y colectivo de competencias en el arte de manipular “lugares comunes” y de jugar con lo inevitable de los acontecimientos para hacerlos “habitables”.

(Michel de Certeau- La invención de lo cotidiano. LIII)

- La sociedad será la nueva naturaleza. Estará ahí, en la posibilidad legitimadora. Mientras el presente sea verla viéndose. Siendo parte de la razón. Contigo. Aquí Ahora./ el futuro será sentimiento, prescripción personal a lo vivido, a lo narrado. La indignación no tiene prescripción grupal. La indignación es una tabla sin fin..
- Lo personal, lo colectivo: Hay ahí lo mismo que aquí, con una excepción, la duda. Quizás, la última defensa: excepto yo.., y, la exegesis que sigue: quizás tu..

"""Hope.""".Changes"""Paz;

, No pienses. ¿Qué hay?
, No son las cosas, es el movimiento hacia ellas.
, Y, ¿que queda? Somos el decir.
, Quizás un nuevo decir, decir la naturaleza política, efecto racional entre tu y yo.
, ¿Que Qué? No hay un futuro, hay encuentros y legitimidades por medio de convivir.
, Convivir ya no es ver, es estar.


...the fragments of spatial existence pass into a unity in the
consciousness of the observer, which cannot be attained by community of individuals
. (Simmel- Is society possible?)

, ¿Cómo?
. De decirnos como.
, ¿Para qué?
, Para ver que estamos somatizados.
, ¿De qué?
, De decirnos. Y ahora la lucha del día a día está en algun sitio.
, No hay futuros, me imagino y encuentro el periódico, los expertos,.. ¿Que qué representan?


. Digamos, digamos.
. Y decir es hundirse en la posibilidad y por eso queremos. Poder decir. Y luego poder decidir: que ahí estamos.
, Es la química! El hombre de la palabra sociedad ya no dice...
, Y al no tener palabras, tenemos cuerpos, e incluso hasta donde llega la visión.
, y está la urgencia, de una nueva fuerza. De nuevos discursos con nuevos cuentos.
, Aunque sin prescripciones, sólo nos movemos, construimos, ¿hasta dónde? Fuera de la palabra democracia (y democracia política, democracia económica, democracia porqué, democracia publicitaria, democracia corrupta, democracia ilusa, democracia argumental), pues para nosotros ella es la verdad, es la que no puede, es su ausencia que llenamos a gritos y praxis.


..that something which cannot be resolved into our representing still becomes the content..
(Simmel- Is society possible?))

No tenemos símbolo, somos los no productores. Hace falta analizar nuestra manipulación. Si, hacemos antidisciplina con la visión de la conservación de los ciudadanos. Es el capitalismo de los débiles, la tercera via con más cara, con libros de cromos y cuerpos después del trauma de la comunicación. ¡Cuantas palabras! ¡Que malos eran los sueños de los otros, pero ahora que esclavos de la Realidad!

¿Es la sociedad posible?
No, no lo es. Ha ganado la ilusión. Estamos sobrios de realidad. Ya somos artesanos del anonimato organizativo. ¿Nos vemos?

Y nuestras consignas son negativas. Nadie nos representa. Queremos.. dejar de ver que ellos nos ven de la mejor manera que pueden. En nuestro cuento nos vamos a ver representándonos a nosotros.

Salimos en el NYTimes, clamor.

Ese enmarcamiento, necesario para el espacio de la ilusión, define según Barthes las “artes dióptricas” (teatro, pintura, cine, literatura), ... Aun-que no haya imitación ni verosimilitud, habrá representación “mientras un sujeto (autor, lector, espectador o contemplador) dirija su mirada hacia un horizonte y re-corte en él la base de un triángulo del que su ojo (o su espíritu) será la cima”.
(Ennandau – La paradoja de la representación)

El último en pie tiene la palabra.. La fuerza no baja a la plaza. La plaza es la fuerza. Nuestro sistema no tiene fuerza. Siempre ha estado ahí. Esperándonos, a nosotros. El capitalismo con más cara. Hemos de saltar a lo que no piensan los otros. Yo puedo conmigo, me digo, pero quiero conocer y amar las historias de mis vecinos. Es nuestra llama.

Y decir llama es más pobre que decir oscuridad. Hablamos de gusto. De héroes anónimos que nunca lo reconocerían porque el mundo nos ha quitado poder decir que imaginamos.

Ilusión, ignición: La ignición ha ganado, estamos juntos en esto. Estamos contando vacíos. Y ya está, ya estamos juntos. ¿Qué hacemos?

Volvemos al primer pecado, la propiedad privada: -Esta plaza es nuestra!

Y que no nos representa nadie quiere decir que, nada nos representamos. En ese decir, cuyo verbo es la confianza del estando (ni tan siquiera la del ahora-eso se gana con el tiempo), es decir que estamos somatizados... ¿qué más se puede decir? Sentimiento.

Envidia, envidia de tanta felicidad y verdad estatutaria en la tele. La envidia es el otro. El que puede que nunca somos completamente nosotros. El otro es la pantalla, así lo siento, que el otro es ausencia y indignación, porqué han sido tantas ficciones vistas que no he podido unir, que Yo no he podido expresar. Mi intención ahora es habitar ese vacío, colectivamente, que sí: el sistema es anti-nosotros!

Tanta sensología: Hay un cuerpo que no es el mío y podría ser cualquier empatía. Podría incluso ser el que se muestra porque no cree en el ojo. Mide todo, de eso llevamos muchos años viendo, verse, delante el presente. Y ahora nos vemos mañana. Y quizás se podría decir que nos vemos ayer. ahora contigo. Porqué decimos: No hay futuro, ya entendimos que el pasado es nuestro. Y el sentido es hacer sentido es estar, pese a los combates. De los combates y los placeres cotidianos, vamos a disfrutarlo!

Llevamos muchos años de películas y publicidad con mensajes positivos y potenciales, que por ejemplo pretendían combatir la depresión de nuestro estilo de vida, y como no hay receptor pasivo, ahora somos mejores, en escuchar. Una nota, una intuición, un centro de recepción epicéntrico. Caceroladas.

Porqué estamos llenos de prescripciones, sin burla, sabemos dónde vamos, tantas ficciones no han dejado los sujetos del siglo XXI. Ahora bien, ¿con cuanta subjetividades vamos a construir esa máquina de relatividad cultural donde la intuición moral se asienta?

No hay símbolo, no hay teoría..

La theóría, saltando por sobre el teatro de sombras, introduciría al espíritu en la cosa, sería intuición (intu‐erí) del intelecto, más allá del movimiento articulado del lenguaje, la “dialéctica”, con su trabajo de división y reunión. El discurso, palabra o escritura, es inconmensurable con lo que quiere aprehender; tampoco “ningún hombre sensato correrá el riesgo de confiarle sus pensamientos, sobre todo bajo la forma coagulada de los caracteres escritos”. El saber de las cosas mismas, a diferencia de los otros saberes, “no se deja poner en fórmulas (rhétón)”, ningún tratado podrá jamás exponerlo. Sólo un comercio asiduo con el objeto puede hacer surgir el verdadero saber en el alma, “como la llama que surge de la chispa y después crece espontáneamente”.Platón.
(Ennandau)

¿Es la sociedad posible? Dejemos de hacer sentido.. Tenemos la tecnologia para seguir a todo el país, a todo el mundo. La forma es también la tecnología, la sociedad-máquina. Luego; que hagan un facebook-democrático! Diós, creo en la tecnología. Es mi nueva mente. La que me alienaba como hace ahora la política. Por todas las cosas santas y locas qué el infierno que eran los otros, son cromos, y ya no sueñan.

Porqué el futuro no es el éxito. Porqué es el gusto por el decir. Y el gusto está en cambio constante.

Este héroe anónimo viene de muy lejos. Es el murmullo de las sociedades. Toda la vida, se anticipa a los textos. Ni siquiera los espera. Le es igual. Pero en las representaciones escriturarias, avanza.

(M de Certeau, p.1)

En texto, o en manifiesto, o en sutilidad. Nadie nos representa. Y los héroes no son tal sino el movimiento, mismo. La movilidad de los símbolos. Del uso bueno y del uso malo de los mismos. De la prescripción contra el símbolo se encontrarán siempre personas. Siempre personas en camino. En su salud y su beatitud. En su enfermedad paradisíaca, lo que se pregunta y se representa, dá saltos hacia atrás. Que hay antes? Pensemos, que no hay causalidad en nuestra intimidad porqué lo racional/lo real está hecho trizas. Y hemos descubierto que muchos nos pueden dar la razón. Que racional, joder, descubrir que al hablar en la asamblea usamos los mismos temas, las mismas figuras retóricas aunque quizás un poco más ebrias, un poco más radicales, un poco más nuestras y de nuestro tiempo.

Vamos a nuestro tiempo.

Que me escuchen los políticos, los que ni tan siquiera tenemos representación acordamos después de vuestro hostigamiento que:
“No hay […] nada más peligroso […] que querer ver lo que uno no quiere ser: pues entonces es fácil convertirse en lo que se mira con placer.”
(Freud según Ennandau)

¡No nos representan! Que problemas de autoestima vamos a dar a la clase política. O en general. Ya no tienen carisma. Y nosotros, bueno, miramos a nuestros compañeros y ellos a nosotros. Y vamos a cambiar algunas cosas. Ante el perro grande no debes mostrar signos de debilidad, ante el ser que duda (de si) tampoco. La fuerza es un decir que no se pregunta por si mismo, cuando esto era posible antes de la ficciolandias.

“Queremos saber! Queremos saber!”

Y el placer es ahora convivir y el placer es sentido en el bien común más por las peores pérdidas que las más exquisitas consecuciones. En lo social. Del descrédito de la 'razón sistémica' y por eso la intuición de ir a probar si podemos estar juntos, porqué tanta pansemia mediática nos hizo dudar de quien hace las palabras. Del porqué se dice sí. Del porqué hay en el otro, la necesidad de dejar de odiarse porque estamos prescritos: estamos somatizados.

Es entender la broma del lingüista. Porque ahora hemos tomado la palabra y la forma de caber en ella, así nos repetimos ligeramente: demo-cracia, gobierno del pueblo.

Lo leído ha sido un ensayo crítico y intimo. A mi me sirve. Si no te sirve, pues, lo siento, son mis ficciones. Espero ir replanteando, el como (..del gesto insensato de escribir, cuando, vaya, ya somos felices).

miércoles, 18 de mayo de 2011

Meet, grin, a taste.





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: - Ayer ví, El ataque de los tomates asesinos.

: - Y me puse a buscar otras verduras. Parece una historia. Voy a intentar subir texto, según madure.

martes, 10 de mayo de 2011

Las elecciones más aptas.


MANUEL VICENT
EL PAÍS - Última - 05-02-2006

Una serpiente no te va a querer por mucho que la acaricies: su cerebro sólo atiende a la sed, al hambre, al sexo y al sentido de la orientación, que son los instintos primarios de la supervivencia.

En cambio tu perro, apenas te ve, muestra su alegría moviendo el rabo y excitado por el miedo o la rabia ladra a quien no conoce, porque su cerebro ha alcanzado ya la fase evolutiva de las emociones. El sustrato fundamental de las personas antes de llegar al uso de razón está abastecido por esos dos cerebros todavía activos que llevamos incorporados bajo el cortex, donde radica el intelecto: el cerebro ciego del reptil y el llamado límbico de los mamíferos superiores.

Sólo así se explica que un científico de biología molecular se desgañite insultando al árbitro en el fútbol con ladridos de perro y vuelva luego al laboratorio a investigar con paciente sosiego sobre el ADN de la mosca del vinagre; o que un catedrático de lógica matemática se vista de nazareno en Semana Santa y cargue con la peana de la Virgen Dolorosa; o que Jack el Destripador se deshiciera en lágrimas cuando murió su gato.

Sabemos llegar al bar de la esquina porque usamos todavía el cerebro del reptil que fuimos un día; amparamos ferozmente a nuestras crías, adoramos a Dios, amamos a la patria, tememos al poder, defendemos nuestro territorio, nos enamoramos perdidamente, nos emocionamos ante los colores de la bandera o de la camiseta de nuestro equipo, guiados por nuestro cerebro límbico, que sólo libera pasiones más o menos primitivas.

No hay más que ver cómo ladran con furia o mueven el rabo algunos perros en medio de la vida pública, con qué gusto culebrean algunas serpientes entre los conceptos pantanosos de familia, nación, lengua y territorio, excitando los instintos primarios de los ciudadanos, para darse cuenta de que gran parte de la política española, lejos de haberse instalado en el cortex del cerebro, se mueve todavía en la fase preliminar a la razón.

Algo de esto intuía Maquiavelo cuando en sus consejos al Príncipe dijo que hay tres clases de cerebros: el que discierne por sí mismo, el que sólo entiende lo que otros disciernen y el que no discierne ni entiende nada.

Esta tercera clase de cerebro, que Maquiavelo califica de inútil y que puebla infinidad de cráneos, es el que algunos políticos alimentan con conceptos sagrados y viscosos, mediante un juego sucio, para excitarlos y extraer de ellos sólo emociones primarias de mamíferos superiores con el único fin de sacar votos.

jueves, 5 de mayo de 2011

mazifestazión y múzculo

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DE MAYO!

P%O#L*IºÇ€&A,
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Con un megáfono recitaban:

...Primera elegía...
...zzz...

¿Quién, si yo gritara, me escucharía entre las órdenes
angélicas? Y aun si de repente algún ángel (2)
me apretara contra su corazón, me suprimiría
su existencia más fuerte. Pues la belleza no es nada
sino el principio de lo terrible, lo que somos apenas capaces
de soportar, lo que sólo admiramos porque serenamente
desdeña destrozarnos.


zzzZZzzz.

Ay, ¿quién de veras podría ayudarnos? No
los ángeles, no los hombres, y ya saben los astutos
animales que no nos sentimos muy seguros en casa,
dentro del mundo interpretado

...

Arroja el espacio que abarquen
tus brazos hacia los espacios que respiramos; quizá
los pájaros sientan el aire ensanchado con un vuelo
más íntimo.
...

Empieza siempre de nuevo la alabanza siempre inalcanzable.
Piensa: el héroe sigue en pie, aun el ocaso fue para él
sólo un pretexto para ser: su último nacimiento.

...Segunda elegía...

zzz

Tempranos afortunados, ustedes, los mimados
de la creación, cadena de cumbres, cordillera roja
del amanecer de todo lo creado -polen de la divinidad
floreciente, coyunturas de la luz, corredores,
escalones, tronos, espacios del ser, escudos
deliciosos, tumultos del sentimiento tormentosamente
arrebatado, y de pronto, individualizados, espejos,
ustedes, los que recogen nuevamente en sus propios
rostros, la propia belleza que han irradiado.


ZZZzz...

Sin embargo ustedes, los que crecen el uno
en el arrobo del otro, hasta que él suplica, abrumado:
"Basta"; ustedes, los que crecen, bajo sus recíprocas
manos, más exuberantes, como años de grandes uvas;
los que mueren a veces, sólo porque el otro se ha
expandido demasiado; a ustedes les pregunto por nosotros.

ZZZ

...Tercera elegía...

No en la oscuridad, no, sino dentro de tu ser
más cercano, pusiste la lámpara, que brillaba
como surgida de la amistad. En ningún lugar
ni un crujido que no explicaras sonriendo,
como si desde mucho tiempo atrás supieras, cuándo
las duelas se comportan así...Y él te escuchó
y se sosegó. De tanto era capaz, tiernamente,
cuando se alzaba, tu presencia; detrás del armario
se levantó, en abrigo, su destino, y su intranquilo
futuro fue semejante a los pliegues de la cortina,
que se remueven con facilidad.

..Cuarta elegía...

Oh árboles de vida, ¿cuándo el invierno?
Nosotros no vamos al unísono.


zzZZ

Encima de nosotros y más allá entonces actúa el ángel.
Mira, los moribundos, ¿no han de sospechar acaso cómo
todo lo que aquí realizamos es, completamente,
un pretexto? Ninguna cosa es ella misma. Ah, horas
de infancia, cuando detrás de las figuras había algo más
que el mero pasado, y delante de nosotros, ningún futuro.
Cierto, crecíamos, y a veces nos empeñábamos en hacernos
mayores demasiado rápido, en parte por amor a aquéllos,
que ya no tenían otra cosa que el ser mayores.

zZzZzZz

...Quinta elegía...

Ay, y alrededor de este
centro, la rosa del espectáculo:
florece y se deshoja. Alrededor de este pisón,
este pistilo, reencontrado por su propio polvo florido,
para volver a fecundar el fruto aparente del tedio,
su tedio nunca consciente -reluciendo con la más
delgada superficie de ligera, aparente sonrisa.

ZZZZzzz..

Y de pronto, en este penoso ningún lado, de pronto,
el inefable sitio donde el puro demasiado-poco
incomprensiblemente se transforma, trocándose
en ese vacío demasiado-mucho.
Donde la cifra de muchos números
se queda sin ninguno.
Plazas, oh plaza en París, teatro interminable,
donde la modista, Madame Lamort,
enlaza, teje los incansables caminos del mundo, cintas
infinitas, y encuentra nuevas formas de enlazarlas:
volantes, flores, escarapelas, frutas artificiales,
todas falsamente coloreadas, para los baratos
sombreros de invierno del destino.


...Sexta elegía...

ZZZzz

... Pero nosotros nos demoramos
ay, celebrándonos en el florecer, y ya delatados,
entramos en el meollo retrasado de nuestro fruto
perecedero.


...Séptima elegía...

Su camino
ascendente es la existencia. Continuamente se remonta
y entra en la cambiada constelación de su constante
peligro. Ahí lo encontrarían unos cuantos. Pero
el destino, que nos oculta tenebrosamente, súbitamente
exaltado, lo canta, introduciéndolo en la tormenta
de su mundo rugiente. A nadie escucho como a él.
...
En ningún lugar, amada, existirá el mundo sino adentro.
Nuestra vida avanza transformando. Y decrece cada vez
más lo de afuera, hasta la insignificancia.

zzZZz

Cada sorda vuelta del mundo tiene tales desheredados,
a quienes no pertenece ni lo anterior ni, todavía,
lo venidero. Pues aun lo venidero más cercano está lejos
de los hombres. Y esto no debe desconcertarnos, sino
fortalecernos en la conservación de la forma aun
reconocida.

...
zzZZzZZz
...

¡Oh tú, el grande, cuéntalo!:
que nosotros fuimos capaces de algo así, mi aliento
no alcanza para celebrarlo. De modo que, a pesar de todo,
no hemos desperdiciado los espacios, estos generosos
espacios nuestros. (Qué terriblemente grandes deben ser,
para que en milenios nuestro sentimiento no los colmara.)
...
Y su mano, abierta hacia arriba
para alcanzar, permanece ante ti, abierta,
como defensa y como advertencia,
inasible, lejos allá arriba.

zzzZZZZzzz

...
Octava elegía...

Y nosotros: siempre espectadores, en todas partes,
¡vueltos hacia el todo, nunca hacia afuera! El todo
nos colma. Lo ordenamos. Se desintegra. Lo volvemos
a ordenar y nos desintegramos nosotros mismos.
¿Quién nos ha volteado así, que hagamos lo que hagamos,
mantenemos la actitud de alguien que se va? Como quien,
desde la última colina, que le muestra una vez más todo
su valle, voltea, se detiene, permanece un momento,
así vivimos nosotros, y siempre nos estamos despidiendo.


ZZZ
...
Novena elegía...

los más fugaces. Todo una
vez, sólo una. Una vez y nada más. Y nosotros también
una vez. Nunca otra. Pero este
haber sido una vez, aunque sea una sola:
haber sido terrenal, no parece revocable.
Y así nos urgimos y queremos llevarlo a cabo,
queremos contenerlo en nuestras simples manos,
en nuestra mirada cada vez más colmada y en el corazón
atónito.


ZZZ...Z

...Décima elegía...


Por cierto, ay, qué extrañas son las callejuelas
de la Ciudad del Dolor, donde en el falso silencio,
fuerte, hecho de gritería, lo que ha sido vertido
del molde del vacío alardea: el dorado estrépito,
el monumento estallante. Oh, cómo un ángel
les aniquilaría, sin dejar rastro, el mercado
de consuelos, al que la iglesia rodea, la que compraron
prefabricada: limpia, cerrada y desengañada como
una oficina de correos en domingo. Fuera, en cambio, cómo
se encrespan las orillas de la feria. ¡Columpios
de la libertad! ¡Buzos y malabaristas del afán!
ZZZZzz
...tocan al tambor y chillan. Pero hay
para los adultos algo más especial que ver: cómo
se multiplica el dinero, anatómicamente, no sólo
por diversión: el órgano genital del dinero, todo,
el conjunto, el procedimiento, esto instruye y hace
fértil...
..zzzzZZ
Sólo los muertos jóvenes, en la primera condición
de serenidad atemporal, la deshabituación, la siguen
con amor. ..

...ZZZzz

Con los muchachos camina en silencio.
...
Pero ahí, donde viven, en el valle, una Lamentación,
una de las más ancianas, se encarga del muchacho, cuando
él pregunta: -Nosotras éramos, dice ella, una
gran familia, nosotras, las lamentaciones. Los padres
trabajaban en la minería, ahí en la gran montaña:
entre los hombres, a veces encuentras un pedazo
de dolor original, pulimentado, o lascas de ira
petrificada del viejo volcán. Sí, esto venía de ahí.


Elegías, de duino, de Rainer Maria Rilke. FiZ...

I woke up this morning and I got myself a beer..