domingo, 22 de mayo de 2011

Ilusiones ópticas oídas a terceros que me tocan.

Hay un ojo un poco azorado; se habla a sí mismo, lanza carcajadas”;2 en síntesis, estaría loco, si no trabajara, si no lo ensayara todo, es decir, cualquier cosa, a fin de ausentarse de sí mismo para encontrar algo. Pero no toda idea súbita es necesariamente buena. La sangre fría consiste en no embriagarse, en atrapar en medio del desorden la antorcha capaz de iluminar ese modelo ideal, ni percibido ni concebido, silueta imaginaria cuyo cuerpo toma ya el color de la carne.
(Corinne Enaudeau – La paradoja de la representación. p.5)

¿Es la sociedad posible?
- Vamos a hablarlo.

La conversación es un efecto provisional y colectivo de competencias en el arte de manipular “lugares comunes” y de jugar con lo inevitable de los acontecimientos para hacerlos “habitables”.

(Michel de Certeau- La invención de lo cotidiano. LIII)

- La sociedad será la nueva naturaleza. Estará ahí, en la posibilidad legitimadora. Mientras el presente sea verla viéndose. Siendo parte de la razón. Contigo. Aquí Ahora./ el futuro será sentimiento, prescripción personal a lo vivido, a lo narrado. La indignación no tiene prescripción grupal. La indignación es una tabla sin fin..
- Lo personal, lo colectivo: Hay ahí lo mismo que aquí, con una excepción, la duda. Quizás, la última defensa: excepto yo.., y, la exegesis que sigue: quizás tu..

"""Hope.""".Changes"""Paz;

, No pienses. ¿Qué hay?
, No son las cosas, es el movimiento hacia ellas.
, Y, ¿que queda? Somos el decir.
, Quizás un nuevo decir, decir la naturaleza política, efecto racional entre tu y yo.
, ¿Que Qué? No hay un futuro, hay encuentros y legitimidades por medio de convivir.
, Convivir ya no es ver, es estar.


...the fragments of spatial existence pass into a unity in the
consciousness of the observer, which cannot be attained by community of individuals
. (Simmel- Is society possible?)

, ¿Cómo?
. De decirnos como.
, ¿Para qué?
, Para ver que estamos somatizados.
, ¿De qué?
, De decirnos. Y ahora la lucha del día a día está en algun sitio.
, No hay futuros, me imagino y encuentro el periódico, los expertos,.. ¿Que qué representan?


. Digamos, digamos.
. Y decir es hundirse en la posibilidad y por eso queremos. Poder decir. Y luego poder decidir: que ahí estamos.
, Es la química! El hombre de la palabra sociedad ya no dice...
, Y al no tener palabras, tenemos cuerpos, e incluso hasta donde llega la visión.
, y está la urgencia, de una nueva fuerza. De nuevos discursos con nuevos cuentos.
, Aunque sin prescripciones, sólo nos movemos, construimos, ¿hasta dónde? Fuera de la palabra democracia (y democracia política, democracia económica, democracia porqué, democracia publicitaria, democracia corrupta, democracia ilusa, democracia argumental), pues para nosotros ella es la verdad, es la que no puede, es su ausencia que llenamos a gritos y praxis.


..that something which cannot be resolved into our representing still becomes the content..
(Simmel- Is society possible?))

No tenemos símbolo, somos los no productores. Hace falta analizar nuestra manipulación. Si, hacemos antidisciplina con la visión de la conservación de los ciudadanos. Es el capitalismo de los débiles, la tercera via con más cara, con libros de cromos y cuerpos después del trauma de la comunicación. ¡Cuantas palabras! ¡Que malos eran los sueños de los otros, pero ahora que esclavos de la Realidad!

¿Es la sociedad posible?
No, no lo es. Ha ganado la ilusión. Estamos sobrios de realidad. Ya somos artesanos del anonimato organizativo. ¿Nos vemos?

Y nuestras consignas son negativas. Nadie nos representa. Queremos.. dejar de ver que ellos nos ven de la mejor manera que pueden. En nuestro cuento nos vamos a ver representándonos a nosotros.

Salimos en el NYTimes, clamor.

Ese enmarcamiento, necesario para el espacio de la ilusión, define según Barthes las “artes dióptricas” (teatro, pintura, cine, literatura), ... Aun-que no haya imitación ni verosimilitud, habrá representación “mientras un sujeto (autor, lector, espectador o contemplador) dirija su mirada hacia un horizonte y re-corte en él la base de un triángulo del que su ojo (o su espíritu) será la cima”.
(Ennandau – La paradoja de la representación)

El último en pie tiene la palabra.. La fuerza no baja a la plaza. La plaza es la fuerza. Nuestro sistema no tiene fuerza. Siempre ha estado ahí. Esperándonos, a nosotros. El capitalismo con más cara. Hemos de saltar a lo que no piensan los otros. Yo puedo conmigo, me digo, pero quiero conocer y amar las historias de mis vecinos. Es nuestra llama.

Y decir llama es más pobre que decir oscuridad. Hablamos de gusto. De héroes anónimos que nunca lo reconocerían porque el mundo nos ha quitado poder decir que imaginamos.

Ilusión, ignición: La ignición ha ganado, estamos juntos en esto. Estamos contando vacíos. Y ya está, ya estamos juntos. ¿Qué hacemos?

Volvemos al primer pecado, la propiedad privada: -Esta plaza es nuestra!

Y que no nos representa nadie quiere decir que, nada nos representamos. En ese decir, cuyo verbo es la confianza del estando (ni tan siquiera la del ahora-eso se gana con el tiempo), es decir que estamos somatizados... ¿qué más se puede decir? Sentimiento.

Envidia, envidia de tanta felicidad y verdad estatutaria en la tele. La envidia es el otro. El que puede que nunca somos completamente nosotros. El otro es la pantalla, así lo siento, que el otro es ausencia y indignación, porqué han sido tantas ficciones vistas que no he podido unir, que Yo no he podido expresar. Mi intención ahora es habitar ese vacío, colectivamente, que sí: el sistema es anti-nosotros!

Tanta sensología: Hay un cuerpo que no es el mío y podría ser cualquier empatía. Podría incluso ser el que se muestra porque no cree en el ojo. Mide todo, de eso llevamos muchos años viendo, verse, delante el presente. Y ahora nos vemos mañana. Y quizás se podría decir que nos vemos ayer. ahora contigo. Porqué decimos: No hay futuro, ya entendimos que el pasado es nuestro. Y el sentido es hacer sentido es estar, pese a los combates. De los combates y los placeres cotidianos, vamos a disfrutarlo!

Llevamos muchos años de películas y publicidad con mensajes positivos y potenciales, que por ejemplo pretendían combatir la depresión de nuestro estilo de vida, y como no hay receptor pasivo, ahora somos mejores, en escuchar. Una nota, una intuición, un centro de recepción epicéntrico. Caceroladas.

Porqué estamos llenos de prescripciones, sin burla, sabemos dónde vamos, tantas ficciones no han dejado los sujetos del siglo XXI. Ahora bien, ¿con cuanta subjetividades vamos a construir esa máquina de relatividad cultural donde la intuición moral se asienta?

No hay símbolo, no hay teoría..

La theóría, saltando por sobre el teatro de sombras, introduciría al espíritu en la cosa, sería intuición (intu‐erí) del intelecto, más allá del movimiento articulado del lenguaje, la “dialéctica”, con su trabajo de división y reunión. El discurso, palabra o escritura, es inconmensurable con lo que quiere aprehender; tampoco “ningún hombre sensato correrá el riesgo de confiarle sus pensamientos, sobre todo bajo la forma coagulada de los caracteres escritos”. El saber de las cosas mismas, a diferencia de los otros saberes, “no se deja poner en fórmulas (rhétón)”, ningún tratado podrá jamás exponerlo. Sólo un comercio asiduo con el objeto puede hacer surgir el verdadero saber en el alma, “como la llama que surge de la chispa y después crece espontáneamente”.Platón.
(Ennandau)

¿Es la sociedad posible? Dejemos de hacer sentido.. Tenemos la tecnologia para seguir a todo el país, a todo el mundo. La forma es también la tecnología, la sociedad-máquina. Luego; que hagan un facebook-democrático! Diós, creo en la tecnología. Es mi nueva mente. La que me alienaba como hace ahora la política. Por todas las cosas santas y locas qué el infierno que eran los otros, son cromos, y ya no sueñan.

Porqué el futuro no es el éxito. Porqué es el gusto por el decir. Y el gusto está en cambio constante.

Este héroe anónimo viene de muy lejos. Es el murmullo de las sociedades. Toda la vida, se anticipa a los textos. Ni siquiera los espera. Le es igual. Pero en las representaciones escriturarias, avanza.

(M de Certeau, p.1)

En texto, o en manifiesto, o en sutilidad. Nadie nos representa. Y los héroes no son tal sino el movimiento, mismo. La movilidad de los símbolos. Del uso bueno y del uso malo de los mismos. De la prescripción contra el símbolo se encontrarán siempre personas. Siempre personas en camino. En su salud y su beatitud. En su enfermedad paradisíaca, lo que se pregunta y se representa, dá saltos hacia atrás. Que hay antes? Pensemos, que no hay causalidad en nuestra intimidad porqué lo racional/lo real está hecho trizas. Y hemos descubierto que muchos nos pueden dar la razón. Que racional, joder, descubrir que al hablar en la asamblea usamos los mismos temas, las mismas figuras retóricas aunque quizás un poco más ebrias, un poco más radicales, un poco más nuestras y de nuestro tiempo.

Vamos a nuestro tiempo.

Que me escuchen los políticos, los que ni tan siquiera tenemos representación acordamos después de vuestro hostigamiento que:
“No hay […] nada más peligroso […] que querer ver lo que uno no quiere ser: pues entonces es fácil convertirse en lo que se mira con placer.”
(Freud según Ennandau)

¡No nos representan! Que problemas de autoestima vamos a dar a la clase política. O en general. Ya no tienen carisma. Y nosotros, bueno, miramos a nuestros compañeros y ellos a nosotros. Y vamos a cambiar algunas cosas. Ante el perro grande no debes mostrar signos de debilidad, ante el ser que duda (de si) tampoco. La fuerza es un decir que no se pregunta por si mismo, cuando esto era posible antes de la ficciolandias.

“Queremos saber! Queremos saber!”

Y el placer es ahora convivir y el placer es sentido en el bien común más por las peores pérdidas que las más exquisitas consecuciones. En lo social. Del descrédito de la 'razón sistémica' y por eso la intuición de ir a probar si podemos estar juntos, porqué tanta pansemia mediática nos hizo dudar de quien hace las palabras. Del porqué se dice sí. Del porqué hay en el otro, la necesidad de dejar de odiarse porque estamos prescritos: estamos somatizados.

Es entender la broma del lingüista. Porque ahora hemos tomado la palabra y la forma de caber en ella, así nos repetimos ligeramente: demo-cracia, gobierno del pueblo.

Lo leído ha sido un ensayo crítico y intimo. A mi me sirve. Si no te sirve, pues, lo siento, son mis ficciones. Espero ir replanteando, el como (..del gesto insensato de escribir, cuando, vaya, ya somos felices).

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